martes, 1 de abril de 2008

2o. Resumen de Lecturas Módulo 2

>¿Cómo se evalúa el aprendizaje en medios de educación a distancia?

Evaluar el aprendizaje generado en educación a distancia resulta muy complejo debido a todos los elementos y herramientas involucrados. ¿Cómo evaluar el uso de los medios, las interacciones entre actores, la actitud hacia los contenidos, los aprendizajes logrados, la legitimización de la enseñanza? ¿Y todo en una modalidad en la que los participantes no se ven cara a cara?

En todo esto, la confiabilidad y legitimidad de la evaluación son los temas principales. Distintos aspectos de la evaluación en modalidades no presenciales son analizadas por Valenzuela, en Lozano y Burgos (2007) quien cuestiona el cómo saber si los que participan en un foro de discusión son quienes dicen ser o hay trampa en las aportaciones y distingue siete prácticas de evaluación: presencial, virtual, a través de asignación de tareas o trabajos, participación en foros, evaluación del desempeño a través de medios asincrónicos de comunicación, autoevaluación y coevaluación. Por su parte, Bates (2003), menciona la dificultad de saber qué es lo que constituye un aprendizaje válido y confiable y si el almacenamiento de un cierto volumen de conocimiento es realmente necesario para demostrar que se ha aprendido algo (p. 53).

Valenzuela detalla los distintos tipos de evaluación, resaltando las principales características, ventajas y desventajas de cada uno. La modalidad presencial tiene como ventaja la identificación del alumno que presenta el examen, pero eleva los costos tanto para el estudiante como para la institución por el elevado número de copias de un examen que se ha de imprimir, entre otros aspectos como el traslado de alumnos y docentes. En la modalidad virtual o a distancia, la evaluación requiere mucho más cuidado y tiempo a invertir, porque han de formularse criterios para evaluar las participaciones en los medios asincrónicos como foros y mensajería electrónica, así como detectar en las tareas o trabajos asignados, si el estudiante realiza las tareas por su cuenta o copia y pega. Los esquemas de autoevaluación y coevaluación no siempre son confiables según el autor, debido a que la responsabilidad que estos esquemas demandan no siempre está presente en los estudiantes, además de la dificultad para lograr que desarrollen procesos metacognitivos y autorregulatorios.

La evaluación a distancia, también se ve impactada por la selección de la tecnología a utilizar y en este sentido, Bates realiza una importante aportación en los capítulos 3 y 4, destacando las diferencias que cada herramienta tecnológica aporta al conocimiento, así como el impacto en las diferencias entre los estilos de aprendizaje de los estudiantes. En la página 95, Bates formula preguntas clave sobre los medios que deben incluirse en un curso en línea para asegurarse de que las metas de aprendizaje sean alcanzadas y en este sentido, páginas anteriores el realiza un análisis de cómo los estilos de aprendizaje se ven influenciados por la selección de la tecnología y las aplicaciones a través de las cuales se entregará el contenido de determinado curso, para verse después reflejado en los resultados de aprendizaje logrados. Los objetivos de aprendizaje influyen también en gran medida en la selección de aplicaciones para un curso.


¿Cuál es el rol de un profesor tutor en ambientes virtuales de aprendizaje?

En el aspecto de tutoría, Lozano (2007) en Lozano y Burgos (2007) define al tutor como a un “profesor que trabaja en un sistema educativo a distancia que acompaña, monitorea, da seguimiento, guía y retroalimenta a los estudiantes o participantes de un curso…”.

En el sentido del acompañamiento en el aprendizaje, describe esta función como el hecho de monitorear, revisar los trabajos, orientar y retroalimentar, sino lograr una identificación con las necesidades y deseos de los estudiantes logrando un acercamiento psicológico que permita al estudiante reconocer el interés del tutor por su proceso de aprendizaje.

Las distintas facetas del docente en un curso a distancia, demandan el dominio de competencias y estrategias que le permitan intercambiar los roles según la necesidad que se presente. Facilitar, según Lozano, no es enseñar, sino guiar el proceso de aprendizaje, moderar las conversaciones hacia un sentido didáctico, conocer teorías de aprendizaje para ser capaz de orientar adecuadamente los intentos de los estudiantes. En todo esto, el docente también requiere familiarizarse con las tecnologías de la información y la comunicación que menciona Bates: el uso pedagógico de los foros de discusión y el establecimiento de criterios y estándares de calidad en las discusiones permitirán al docente rescatar los aprendizajes demostrados en las charlas. El mismo autor señala que el nivel de la orientación a los estudiantes dependerá de las experiencias previas de éstos (p. 220). La selección y organización de los temas de conversación en los foros, serán relevantes para el éxito en lograr aprendizajes.
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